Asomadas en las cornisas de las grandes catedrales góticas, monstruos infernales con gestos burlescos de mueca desafiante, custodiando el edificio divino para protegerlo de los demonios y demás peones del maligno.
Rostro malvado repudiado por el hombre, gran corazón, siervos de Dios, protegen la catedral y la salvaguardan.
Las gárgolas son estatuas de piedra creadas originalmente para decorar los desagües de las catedrales. En un principio eran simples decoraciones que poco a poco fueron tomando mayor importancia, sobre todo por los escultores góticos donde encontraron aquí una forma de dar rienda suela a su imaginación.
Llamados al principio grifos por su semejanza al grifo de la mitología griega fue tomando poco a poco personalidad propia y transformándose en lo que podemos ver en las construcciones góticas, seres con alas de murciélago, pequeños cuernos y pico afilado.
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